Primero la vida (Fútbol y F1)

Los deportistas son héroes. Sólo ellos tienen la capacidad para hacernos olvidar los problemas de la vida diaria, contagiarnos su ilusión, y hacernos felices por un rato. Hay que cuidar a los héroes, sin perder la perspectiva de que, si bien en ocasiones parecen personajes de dibujos animados, no son más que personas con brillantes aptitudes y actitudes. Uno tiende a idolatrar a menudo, a admirar a cualquier deportista, pero sobre todo a los que hacen de mis dos deportes favoritos fuente de mi inspiración. Pongamos que hablo de futbolistas y pilotos. Pongamos que hablo de Rubén de la Red y Robert Kúbica.

Página de Sportyou.es dedicada a Kúbica

El accidente sufrido por el piloto polaco a principios de este mes hizo temer lo peor. Y lo peor no era que su carrera hubiera terminado. Lo peor era que el mundo perdiera a otro de los héroes. Aún no está totalmente confirmado su regreso a las pistas, pero eso ahora es lo de menos. Ahora sólo cabe desearle suerte y alegrarnos porque su talento sigue en vida. Algo parecido ocurrió con el madridista De la Red. Tras ganar la Eurocopa lo tenía todo de cara para triunfar, pero una inoportuna enfermedad provocó su retirada antes de tiempo. Afortunadamente puede seguir viendo a su Madrid, aunque sea desde la grada y no desde el verde.

Emociona escuchar en cada encuentro a los estadios del Sevilla y del Espanyol cantando a sus ídolos caídos. Ese partido lo perdimos. Pero también emociona saber que hubo otros en situación similar y que vencieron. Felipe Massa pudo perder la vida en un accidente en Hungría, pero menos de un año después regresó a las pistas. A Sergio Sánchez le diagnosticaron una dolencia cardiaca que le tuvo fuera de los terrenos de juego durante un año, pero ya está de nuevo practicando su pasión. Les hubiéramos querido igual si no siguieran en activo.

Kúbica promete volver en su versión mejorada, y bien que nos alegramos. Tanto como nos contentó el regreso de Sergio Sánchez. Perdernos su calidad en circuitos y campos de fútbol por culpa de malditas lesiones hubiera sido una pena, pero antes de eso es una alegría mantenerlos entre nosotros. Por ese lado debemos estar más contentos todavía. Primero la vida.