Quizás quiso Jaime Alguersuari echarle una mano al creador de este blog, conocedor de la difícil tarea de unir en post dos deportes tan diferentes como el Fútbol y la Fórmula 1. O quizás no. Sea como fuere, recojo el guante de la frase del piloto español para expresar un pensamiento que siempre tuve en mente. Refiriéndose a la política de cantera contra fichajes, Alguersuari comparó al Barcelona con Red Bull y al Real Madrid con Ferrari. No seré yo quien enumere las diferencias entre el equipo de la bebida energética y el Barça, al menos por ahora.
Lo que sí me gustaría hacer es establecer la relación entre la Scuderia Ferrari y el Madrid. Dos referentes venidos a menos, dos casi religiones que no pierden nunca la fe. Los italianos llevan desde 2007 sin ganar un título de pilotos y desde 2008 sin ganar uno de constructores. Precisamente esos dos títulos coincidieron con las dos últimas ligas del Madrid. Desde entonces, sequía para ambos. Sin embargo, cada año vuelven a aspirar a todo, a ser favoritos o a estar muy cerca de los favoritos. No pierden adeptos a su causa y siguen provocando sonrisas y lágrimas por todo el mundo.
Fernando Alonso. Foto: f1writers.com |
Intoxicados por la contumacia de sus torpes mandatarios, ambas escuadras están ahora aferradas a un último recurso. Por un lado, los del Cavallino tienen a Fernando Alonso, tal vez el piloto con más talento de la parrilla. El año pasado casi fue suficiente para batir un nuevo milagro de Adrian Newey. Por otro, el Madrid recurre a Mourinho, que el curso anterior fue capaz de destronar en Europa al todopoderoso Barcelona. Motivos para soñar. Salvando las diferencias, tienen enfrente duros rivales. El binomio Newey-Vettel es potente, Mclaren siempre será Mclaren y Hamilton tiene calidad. Los blancos tienen como rival a uno de los mejores equipos que se han visto nunca. Pero nadie se rinde.
Decía Alguersuari que tanto Ferrari como el Madrid desembolsan grandes cantidades para conseguir pilotos y jugadores estrella. La historia e idiosincrasia de ambos, bien lo sabrá Jaime, no les permiten la derrota. Tienen genes ganadores, si caen intentan levantarse, haya que pagar lo que haya que pagar. Ferrari y el Madrid, el Madrid y Ferrari, son sinónimo de gloria, son éxito. Son las banderas triunfantes de Italia y España. Son, al fin y al cabo, los más grandes en su deporte, y por ello se auto-imponen a cualquier precio un único mandamiento: ganar.